La semana anterior fuimos a visitar la tumba de los abuelos maternos de María... Era un momento muy emotivo y necesario incluso le pregunté si quería estar a solas con ellos...
Esta fin de semana conocí a sus abuelos paternos. Además de convivir y celebrar el cumpleaños de su papá.
Unas horas más tarde mientras viajaba de regreso a casa en la carretera, justo cuando mi hermana y mi sobrina dormían arrulladas por el motor y la suave música. Me dí la oportunidad de llorar.
Eran unas lágrimas que me hacían disfrutar el hecho de ver a la familia, reunida.
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