martes, 16 de marzo de 2010

Últimamente...

He escrito poco, he estado estudiando además de trabajar, tanto en la clínica, como haciendo suplencias nocturnas y eventuales en el Hospital CasaBlanca.

Algunas dudas... sobre el futuro, sobre la carrera.


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Y ella era infinita, había estado leyendo sus notas anteriores, revisando sus fotografías y tratando de descifrar dónde cabía yo dentro de su bien proyectado mundo, tan fantástico, tan versátil...

Y ella era absoluta, su belleza ´me hacía sentir como esa pequeña semilla que húmeda, recibe el rayo de sol, como su máxima esperanza para convertirse en un gran roble.

Y ella era deliciosa, su sabor era tan nutritivo como esbelto en propiedades, sus mejillas tenían la dulce textura de un melocotón y su piel azucarada, morena.

Su voz, provocaba tremor en mis rodillas, así que me incliné ante ella, mientras me quitaba mi sombrero. Le dí los buenos días.

3 comentarios:

Javier_o dijo...

"Y ella era absoluta, su belleza me hacía sentir como esa pequeña semilla ..."

(wey, buenas letras unas tras de otras )

Ó S C A R R R R R R R R dijo...

Buenos días Don Agustín

Anónimo dijo...

Ese corazon que calla no otorga, solo engorda con cada renglon que aborda.... tsssss exelente verso "Ella" re-exelente mi doc! siempre es chevere leerte!

Saludos

Momo.