Feliz cumpleaños:

Oscar...

Para uno de mis mejores amigos, ser parte de la organización de una fiesta sorpresa, es decir: no decir nada y actuar como si no pasara . pero las cosas se complican cuando el festejado en cuestión, decide sí hacer una reunión, te pide la casa para festejarse, etc.
Por lo tanto estuve la tarde del sábado , dejando el salón impecable y listo para tirar un party
la música sillas, cuando llegó Oscar acomodamos botana etc. Además de hornearle un esponjoso regalo.

Como no llegaba nadie, nos pusimos a ver televisión y a tomar cerveza. Poco antes de las 10 fuimos a recoger a su novia. Yo le dejé en la puerté y esperé pacientemente a que regresara con ella para irnos. Entonces cuando entró ahí estaba toda la gente lista para festejarlo.

Creo que funcionó bastante bien. Normalmente tengo una pésima capacidad para mentir, le esperaba una cena bastante provechosa.

Esa noche el señuelo, además del cansancio y la cerveza, mermaron mis capacidades cognitivas a un punto distante.

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Hoy fué domingo de ramos... Acompañé a mi madre a misa, no por la agenda eclesiástica, sino más bien porque hoy sería cumpleaños de la abuela Chela ( madre de mi madre). y se oficiarían bendiciones en los horarios de las 8, 10:30,am y 18:30 pm.

Posteriormente Hicieron una comida. Se juntó un total de 8 hermanos de 10.

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Esa noche, cuando Lucas regresaba al colegio, estaba haciendo un clima espantoso,
no llovía pero en el viento sonaban metálicos y fríos. La piel del joven desprovisto de abrigo apropiado comenzó a erizarse, al punto que había sido necesario introducir uno de sus brazos dentro del overol; lo sacó para sacar las maletas. Cargó sus cuatro bolsas mientras pateba suavemente la portezuela de la camioneta. Que azotó impulsada por un remolino crudo.

Caminaba hacia la entrada, con la mirada perdida en todas las ventanas con luces encendidas, esperando que la habitación de Sarah, estuviera ya ocupada. Con opción a verla en la mañana en el desayuno. Imaginando y soñando despierto subió la escalera, dejó las maletas en el tapete de entrada, sacó el llavero múltiple, con doce llaves, introdujo y giró dos de esa docena en la primera puerta, otros 2 en la segunda. Y una más en la herrería de protección en la escalera.

El colegio, tenía un sistema de blindaje, casi como una especie de cárcel de seguridad privilegiada,
Mientras subía las escaleras se dió cuenta que el sudor de su camiseta, era morado. Y que las correas de las maletas pendían parcialmente, en ese momento dejó de sentir el peso de las mismas. Sus pies no estaban tocando los escalones.

Lucas no sentía vértigo...