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Paseaban sobre una especie de hiedra que se deslizaba sobre el bosque-nublado, Bosque de encino joven ligeramente perturbado, sobres las coníferas, eucaliptos...
El mago gritaba asombrado, inquieto de lo que veía más allá de todos sus hechizos de levitación, de transformarse en halcón, sin necesidad de alas, solamente necesitaba que ella le abrazara...
Y Ella ni siquiera volteaba a ver el horizonte, simplemente observaba intensamente el fondo de sus ojos, como si hubiese perdido algo. al agitar sus manos en formas circulares circulares, descubrió una cascada que se abría entre los cerros
La caverna iluminada por selenio, era un espectáculo luminoso, además de un aroma a madera, a resina y celulosa.
Ella se sentó entrelazando las piernas y le extendió sus manos para que él hiciera lo mismo.
Todo esto con el silencio de las voces y los gritos minerales de la cueva. Con una humedad tan cálida como la tierra recién asoleada...
Le extendió en sus manos un manojo de arándano, de nueces y de ciruelas hechas pasas. Se les mostró al rostro, para que pudiera analizar su estado, olor y forma. Después se las dió de comer una a una en los labios, mientras lo acariciaba con sus enormes alas.
El mago apenas podía resistir el delicado y exquisito roce de las alas en sus hombros, en su cara, en su cabello que dejaba aparecer surcos por las trenzas que portaba. en sus antebrazos le hacía cosquilas, quería tocarlas con sus dedos, pero le parecían sucias sus manos, para la fina estructura de sus extensiones voladoras.
Además se percibía a través de las membranas de las suculentas alas, el palpitar de las arterias que hidrataban tan majestuosas extremidades, era como sentir la fibrilación de un corazón (cardio) gigantesco.
A medida que los frutos secos atravesaban su garganta, sentía plenitud...
Tambien sentía que la imagen desaparecía...
Súbitamente, desperté en la silla de mi laboratorio, de nuevo en el sótano de mi Sauce, sin túnica verde, desnudo, sin el cabello trenzado, sin resaca de aguamiel, mi libro de magia con un billete como separador, en un hechizo de enamoramiento , pero portaba los zapatos verdes de chaneque...
Los zapatos de chaneque sólo responden al baile, solo responden al baile, sólo responden al baile
sólo responden al baile, solo responden al baile, sólo responden al baile, solo responden al baile( 7 veces)
De ésta forma se pueden quitar, además su agarre, es tan preciso que a pesardel baile más riguroso, difícil, aburrido, complicado o acompañado de alguien que se deteste, resulta fascinante y enriquecedor
Gracias a que conservaba los zapatos podía recordar. Además el conocía bien su libro de atrás para adelante, esa página no estaba antes...no habia tal hechizo en ese libro. Pero las hojas tenían la misma textura y desgaste amarillento pálido, apolillado.
EL HECHIZO
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Antiguamente se creía que los chaneques, escondían los zapatos, o bien les ponían piedras en ellos que cambiaba de lugar los objetos cotidianos, para temor de los infantes y coraje de los mayores, quienes para librarse del hombrecillo solían proferir insultoshaciendo la cruz con un machete en mano.
(JORGE PEREZ ALBARRÁN -PROCESO)
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El maná es la energía mágica que potencia los hechizos. ¿De dónde la obtienes? El maná proviene de la tierra. Los magos deben conocer un lugar para reunir maná de él. El maná es escaso, así que los magos no tienen una energía infinita para lanzar hechizos.
Deben formar lazos con la tierra para ganar nuevas fuentes de maná.
Hay cinco colores de maná, y cada uno proviene de un tipo distinto de tierra:
•Blanco — Llanuras
•Azul — Islas
•Negro — Pantanos
•Rojo — Montañas
•Verde — Bosques
Cada color es impulsado por distintos valores:
Blanco Azul Negro Rojo Verde
Orden Conocimiento Oscuridad Libertad Crecimiento
Protección Manipulación Ambición Emoción Instinto
Luz Ilusión Muerte Impulse Naturaleza
1 comentario:
Ya te extrañaba
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