Daniel Vs Ari ( Primera parte)

Las diferencias entre las mujeres y los hombres, más allá de Venus Y Marte, se situaban en que a las niñas les correspondía una hada y a los niños un angel y un diablo.

Daniel siempre había sido un chico diferente sin darse cuenta que todo su mundo inconsiente estaba gobernado por hadas; su habilidad competitiva se encontraba tan aislada de sus actividades de juego ya que se refugiaba en la creecia de seres fantásticos y extraordinarios.

Y efectivamente así era, al momento de nacer una rara ráfaga de sueños y deseos de una madre interfirió con la determinante del sexo de un bebé en el viaje cigüeñal.

La cigüeña que traía a Daniel había sido enviada a recoger a una hada al bosque de los sueños de las niñas recién nacidas, sin saber que en realidad llevaba consigo a un varón.

La infancia de Daniel se había convertido en una experiencia simple ya que no hay muchas diferencias entre los querubines, los diablitos chaneques y las haditas
pero las cosas se complican en la pubertad y adolescencia cuando el desarrollo de alas y cola en el caso de los diablos transforma mucho el carácter de la persona que los posee.

Las hadas están encargadas de los ciclos hormonales de las niñas, incluyendo sus cambios sexuales, los diablos generalmente controlan los de los jovencitos
y los ángeles durante este período pasan por una estado de transición que prácticamente los deja a a merced de los chamucos.

Daniel se había dado cuenta que había muchas situaciones en las cuales difería del trato con sus compañeros varones y en ocasiones buscaba mayormente la compañía feménina. Pero generalmente las hadas de las jovencitas no aceptaban con facilidad a su hada.

Ari era el hada de Daniel, tenía serios problemas ya que no tenía idea de como controlar hormonalmente a un chico. Pero logro algunos resultados obteniendo un libro de secretos hormonales para chamucos. Haciéndole un trueque a un diablo por una bolsita pequeña de polvo de duende ( para volar).

En el libro había información precisa acerca de como estimular a un varoncito para que se desarrollara adecuadamente.

Lo que falló claramente es que en el libro solo venía la parte demoniaca del control de la conciencia, faltaba la parte complementaria, el libro angelical.
Lo cual era dificil obtener porque cuando los querubines se prestan para la corrupción inmediatamente se convierten en diablos.

Así pues Daniel, era un muchacho con una estimulación hormonal propia de un diablo, pero con el control mental de un hada. El polvo de duende confiere a las niñas un carácter dulce, aterciopelado, lleno de fantasía, ilusión, sabores y colores mágicos.

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Daniel vivía en un mundo paralelo de fantasía, en un pseudo-autismo muy funcional, era ingeniero en sistemas computaciones, trabajaba como programador y diseñador de software para una empresa de publicidad.

El conflicto con la cigüeña, el inframundo y el mundo de los duendes trascendió a varios niveles, tanto que se hizó una investigación por el polvo que se le encontró al diablito. En una revisión de la superintendencia del Consejo Angelo-Demonia Para el control de la Conciencia Humana (CADCCH). Dónde el diablillo confesó haber puesto en contrabando varios libros a hadas de Gitanas adivinas y sacerdotisas Santeras.
Entre ellos a un hada desesperada, que tenía por tarea controlar a un varoncito.

La superintendencia, realiza una entrevista a la hada Ari, dónde le impone una sanción y condicionales para el ejercicio de su profesión, dónde se compromete a guiar a Daniel, en su conciencia e Inconciencia hasta que el Consejo encuentre a una par angel-demonio apropiado para emanciparle del control mental de un hada.
Por lo pronto le dieron permiso de guiarle temporalmente de la forma de los duendes.

El mundo de los sueños de Daniel...

Hasta ese día, a pesar de tener conflictos graves de identidad, afectivos y hasta hormonales. Daniel había sido igual que si hubiera sido controlado por un diablillo.

A la mañana siguiente, se despertó con fotofobia, casi no podía abrir sus ojos,
escuchaba con mayor claridad, y su mente despedía imaginación
Durante la ducha jugaba con los espectros de luz de los rayos solares, re-jugueteaba con el vapor de agua que salía en forma de flores de los orificios de la regadera.

Se sentía ligero.

Durante el trayecto a su oficina, incluso parecía que la gente le cedía el paso y le sonreía amablemente, incluso el gesto inconforme habitual del vigilante del estacionamento, ahora era una sonrisa amplia y un...

- Buen día Ingeniero...

Al subir las escaleras con su pequeño portafolios debajo de la axila, se dió cuenta que la gente sonreía o asentía amablemente con la cabeza en el camino al ascensor,
incluso uno de los directivos al que le había cedido el paso le dió una palmada en su espalda y le dijo:

- Buen día muchacho...

Al caminar por el pasillo del piso 21, hacia su oficina, ya tenía encima un nervio extraño, con atmósfera de Deja Vu , onírica. Pero abrió la puerta de su oficina y la vibración parecía recuperar su rutinaria apariencia.

Daniel comenzó a hacer dibujos y diseños, con una creatividad hiperactiva, durante toda la mañana, él mismo estaba sorprendido, sentía una claridad mental impresionante
se sentía ligero.

Abrió la puerta del pequeño refrigerador que estaba cerca de la ventana, sacó una manzana verde. Le dió una mordida; durante el segundo en que se encajaba su diente en la cáscara del perón, pasó por su cabeza todo el trayecto de la manzana a su mano
la manzana a la cocina de la oficina, de la tienda departamental donde el officeboy la había comprado, el camión de la estación agropecuaria, la camioneta de un granjero llamado Belisario, un huerto bonito en una finca cerca de un bonito valle lleno de riachuelos, encinos, elenos y abejas.

La segunda mordida se convirtió en la imagen del manzano que era padre de la fruta que sostenía. Ari observaba como su muchacho empezaba a conocer el mundo con la energía de las hadas.