jueves, 4 de febrero de 2010

Tremendamente solitario y Terriblemente elegante

Después de hacer el inventario de fin de año, Lucas se fué a la parte posterior de la bodega, se sentó en unas rejas de madera y encendió un cigarrillo, extendía la caja para que Harry o Elías tomarán alguno. Los tres estaban exhaustos, contar, cargar y acomodar de nuevo, cerrar absolutamente todos los productos, limpiar los refrigeradores, cubrir los muebles, acomodarlos en las bodegas y dejar trampas para ratas e insectos.

- Creo que estas actividades cubren el motivo del aguinaldo, es un infierno de trabajo...
(dijo Harry, dándole una pitada fuerte al cigarrillo y haciendo ondas redonditas con el humo)

Lucas asintió con la cabeza y suspiro al tiempo que sacaba su cheque de la bolsa de la chamarra.

- Pues yo creo que es bien merecido....
Respondió

- Claro , nunca gastas nada ermitaño
agregó ELías al tiempo que le empujaba la cabeza con la palma de la mano .


Ese momento duró poco, porque minutos después se escuchó un agudo claxón, que provenía de un camión viejo del instituto, era para los trabajadores, se dirigía a México.
Casi todos subieron menos Lucas; que regresó a su habitación dobló su ropa de cama y la guardó en su maleta, tenía 4 bolsas listas. Las subió a la camioneta al tiempo que en su cabeza iniciaba el recuerdo y la nostalgia. Era una camioneta antigua, una Chevrolet 1956, herencia de su abuelo, así como la cabaña a la cual se dirigía...

Durante el camino sintió ganas de volar...

1 comentario:

Angélica dijo...

Ya te agregue a mis links, para entrar seguido, porque ya no se que onda con Lucas.