domingo, 6 de marzo de 2011

Jack Johnson - You and Your Heart



Esa noche había salido del laboratorio, hacía días que no abría las puertas a través de las raíces de su sauce Llorón...

Tenía hambre, había pasado casi 150 horas, sin probar más bocado que sus pasas de arándano, té de hierbabuena (peppermint) con miel.

Se quitó su túnica y se colocó una sudadera gris, se pusó la capucha

y subió uno a uno los 7 escalones, asomó primero una mano para calcular la temperatura, bajó dos escalones, se agachó un poco y se estiró para alcanzar uno de sus gorros, se pusó de nuevo la capucha sobre la boina.

La mañana estaba fría, eran los últimos días de invierno y apenas salía el sol.

Hizó un poco de calentamiento, mientras reflexionaba que vivir bajo un árbol entumece las extremidades por la humedad.

Se hizo al camino llevando en su mano derecha la primer hoja de un arbusto proximo a su sauce, la llevó a su nariz, la olfateo una y varias veces.
De su boca aún se despedía ese volátil vapor, agregado a la neblina del sereno nocturno. Que aún brillaba en el suelo.

Tenía que caminar bastante para llegar a la aldea cercana.
Podía conseguir un poco de viandas para comer, así como grano y cerveza.

La barba había crecido tanto como la grama, antes de iniciar la primavera.
había saltamontes revolviendose al diagonal paso de las sandalias.

Era un concierto de color, los últimos días antes del equinoxio, era de esperarses los árboles en floración y las plantas emitían sus polenes aerosoles. Combinado con un ligero rayo solar, provocaba estornudos.

Se acercó al riachulelo, se qitó las sandalias y los pantalones, los coló en su antebrazo para poder cruzarlo, sin saber que nutrida la corriente
le mojó desde las piernas hasta el ombligo. Apenas alcanzo a alzarse la sudadera con la mano con la que sostenía ambas sandalias.

Mientras era observado por cientos de libélulas. y Se distrajo un poco con el vuelo, perdió el control y terminó arrastrado por una suave corriente llena de pececillos y tilapias

Dejándose llevar por caída de agua, deslizando sus pies en las piedras y el lodo del suelo. le hacía cosquillas en los dedos.

3 comentarios:

Javo dijo...

Vivir bajo un árbol entumece las extremidades... haberlo sabido antes

elevese dijo...

jack johnson te copió tu look!!

Anónimo dijo...

y que doc no continúa?