domingo, 27 de diciembre de 2009

- ¿Estás volando?

- Sara…
(le respondió al mismo tiempo que se encendía una inmensa aura con calor de chimenea a sus espaldas, al mismo tiempo que volvía a levitar)

Estaban dentro de la habitación, tartamudeos y mutismo se convirtieron en un perfecto
ritmo para el tic tac de un reloj que repicaba armonioso. Lucas se recargó en la cómoda y encendió un antiguo megáfono RCA VÏCTOR , colocó un vinil de Chet Baker, mientras Sara se sentaba a la orilla de la cama, recargándose contra la cabecera acomodando uno de los cojines verdes en su regazo; mirando hacia todas partes, observando el expresivo mundo de la habitación.

- Es hermoso el último triángulo
( se deslizó el silencio a través de las palabras de un atónito y absorto Lucas)

- Es verdad que quiero encontrarte, no he dejado de pensarte
( le respondía Sara al tiempo que le aventaba el cojinete verde)

En ese momento Sara se percató, que Lucas en realidad flotaba a uno o dos centímetros del piso. Por un momento creyó que era su imaginación y trató de reaccionar ante su
presencia, pero el hecho permanecía, en realidad flotaba sobre el piso, no se escuchaban
sus pasos contra la madera, ni se escuchaba el rechinido que acostumbraba regalar la ausencia de mantenimiento del piso.

- ¿Estás volando?
( le preguntó asombradísima)

En ese momento Lucas se sonrojó de tal manera, que la misma luz de las bombillas
Ahorradoras aparecían como tonos ténues de claro-oscuro, ante un incadescente color
Vino sobre sus marcadísimo pómulos.

- Vuelo desde aquél día que me faltaba un vaso para tu vainilla

Esa fue su inocente respuesta, él no tenía idea de que semejante milagro ocurría.
En eso Sara se levantó de la cama y se desamarró la correa que detenía la coleta de su brillante cabello. Lo extendió con sus dos manos y lo pasó por debajo de las pantuflas de Lucas, mostrándole lo que estaba pasando.

Ël no entendía absolutamente nada, ya era suficientemente extraordinario que ella estuviera ahí en su habitación, la fascinación que le producía era tal vez más intensa que el hecho de poder flotar en el aire.

- ¿que haces?
(preguntó Lucas mientras le retiraba el cabello que cubría su frente para poder ver su cara)

- Mira, estás volando…
( le respondió Sara, pasándo de nuevo una y otra vez la correa)


Lucas se precipitó a mirar y al tratar de agacharse hizó una cabriola en el aire,
Sólo que jamás cayó al piso… su cuerpo ni siquiera rozó las tablas de madera
Realmente estaba separado del piso. Solamente algunos de los rizos de su nuca tocaron el piso, produciendole una sensación de vértigo inmediata, acompañada de la más extraña de las sorpresas. Realmente estaba levitando.

- ¿ CÓMO LO HACES? ¿COMO LO HACES?
( gritaba Sara frenéticamente emocionada)

- No lo sé, es extraordinario
( respondió mientras trataba de incorporarse, aunque no lo lograba hacerlo)

Y así durante toda la noche trataron lograr controlar el eje gravitacional.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

chulo cena el 31 en mi casa ya mero tvooooooo.