SOmnolencia

Apareció en mi una sensación extraña, nueva.
Me invadía un hipnótico y profundo sueño, toda la tarde me había sentido así y hasta después de la cena continuaba somnoliento.

La cena de navidad estuvo grandiosa pavo, pierna, pastas, fruitcake, bacalao, ensalada de manzana y gelatina de zanahoria, pero yo permanecí gran parte de la cena dormido en un sillón.

Durante varios días el sueño había sido una constante, hasta el día de hoy, revisé los ingredientes del té que llevaba una semana disfrutando. Cual fué mi sorpresa al encontrar melisa y pasiflora en su lista de ingredientes.

JAMAICA (hibiscus sabdariffa)
FLOR DE AZAHAR (Citrus aurantium)
FLOR DE TILA (tilia occidentalis)
FLOR DE MANITA (chiranthodendron pentadactylon)
HOJAS DE NARANJO
MELISA ( cedronella mexicana)
MANZANILLA (matricaria chamomilla)
PASIFLORA ( passiflora ciliata)
LIMÓN (Citrus médica)
YOLOXÓCHITL (talauma mexicana)
GORDOLOBO (Gnaphalium conoideum)
ROSA DE CASTILLA ( rosa centifolia)

Mañana voy a hacer unas suplencias de fin de semana en una unidad de salud, en un municipio que se llama Jesus María, en Aguascalientes.


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Y se había quedado ahí, en el éxtasis de un momento perfecto; las palabras que acababa de leer eran combustible puro para el motor frenético que tenía por miocardio.
Tenía una plástica y cérea sonrisa, como si le hubieran tomado una fotografía con el mejor equipo de luces, además de sus dientes brillaba su alma y su piel emitía un sudor fino que transpiraba a la más dulce de las maderas de frescas coníferas.

Se había transformado en un ser completamente distinto, incluso levitaba a dos centímetros del suelo, pero son cosas en las que uno no repara cuando recibe un piropo, así que ni siquiera lo notó.

Apretó el papel contra su nariz, tratándo de encontrar el olor de Sara en él. Y como si fuera un caracol escuchó la mar completa a través de un ligero aroma a durazno que despedía la triangular pieza. La guardó de nuevo y comenzó a correr. Hizo una larga carrera hasta la colina, se quitó las botas y los calcetines, gozando el frío de la grama en la pradera; sí es verdad que aún flotaba.

Y sentado en la colina permaneció toda la tarde allí, hasta que el sol se puso, las luces de la finca se encendieron una a una y Lucas se iluminó con esperanza de saber cual sería la habitación dónde ella duerme, dónde estaba...

Regresó a su habitación y acomodó su uniforme para el día siguiente, hizo sus cuentas mensuales y revisó la agenda de compras de la cocina del instituto, ya él se encargaba de las compras cada 2 meses , alternando responsabilidades con Harry y Elías.
Exhausto se quedó dormido con sus gafas puestas, la luz encendida.

Toc , toc, toc, Se escuchó en el profundo silencio entre el pasillo y su puerta.

Se limpió los ojos con el antebrazo y abrió la puerta...

- Lucas.

(Era Sara; con ella una cascada de aguas de ilusión le jaló el brazo con un movimiento regio pero suave que la introdujo a la alcoba con velocidad)